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Son animales dóciles y amistosos, fáciles de coger y acariciar, siendo muy extraño que lleguen a morder a sus dueños.
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Su tamaño pequeño permite que sus requerimientos de alojamiento sean mínimos (unos 250 cm2 de espacio), lo cual es ideal si disponemos de un apartamento o vivienda pequeños.
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Su dieta y alimentación es económica y sencilla.
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No requieren ningún tipo de vacunación y si se les proporcionan los cuidados mínimos, no suelen tener problemas de enfermedades.
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Son animales limpios por naturaleza, por lo que con una higiene básica se puede mantener su alojamiento limpio y sin olores.
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Sus camadas son mucho más reducidas que en el resto de los roedores, de modo que, en caso de crianza no corremos el peligro de vernos desbordados por las nuevas crías.
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Finalmente, por sus pequeñas necesidades, les podemos transportar fácilmente con todo el equipo, pudiendo disfrutar de ellos sin mayores obligaciones durante nuestras vacaciones o estancias fuera del hogar.
Teniendo en cuenta la variedad
de cobayas existente, a la hora de decidirnos por adoptar uno o varios
de estos animales debemos tener en cuenta nuestros conocimientos y experiencia
con animales de este tipo.
En principio, y si es la primera vez que traemos a casa un cobaya, Chiquito os recomienda como mejor elección adquirir un cobaya de raza americana o aby, ya que son los que tienen mejor disposición y necesitan menos cuidados (los cobayas angora o peruanos son más delicados y requieren más tiempo diario para su acicalamiento y limpieza).
Los pasos a seguir para elegir el cobaya de tus sueños serían los siguientes:
En principio, y si es la primera vez que traemos a casa un cobaya, Chiquito os recomienda como mejor elección adquirir un cobaya de raza americana o aby, ya que son los que tienen mejor disposición y necesitan menos cuidados (los cobayas angora o peruanos son más delicados y requieren más tiempo diario para su acicalamiento y limpieza).
Los pasos a seguir para elegir el cobaya de tus sueños serían los siguientes:
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Buscar una tienda de animales o criador de garantías.
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Elegir un cobaya destetado de entre seis y diez semanas de edad en adelante (nunca abandones un cobaya en una tienda por ser grande!!!, tendrás menos problemas para sacarlo adelante y él te lo agradecerá siempre).
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El cobaya elegido debe ser viváz, presentar buen aspecto general (sin calvas, mucosidades u otras taras y con el pelaje sano y brillante).
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Comprobar el sexo (es una buena prueba de los conocimientos del personal de la tienda o criadero al que nos hemos dirigido), siendo en principio indiferente la elección entre macho y hembra, a no ser de que vayamos a adquirir una pareja de cobayas (la mejor elección!!!) y no deseemos ser abuelos pronto. En este caso la decisión óptima es llevarnos a casa una pareja de hembritas (se llevan mejor en pareja que los machitos, ya veis como se pelean nuestros hermanitos protagonistas!).
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Toma al cobaya con tus manos (la forma adecuada de hacerlo es con las dos manos, colocando una por debajo de el pecho y el abdomen del cobaya y la otra sujetando sus cuartos traseros) y comprueba su estado general: interior de las orejas limpio y sin costras, dientes sanos y completos, posibles roturas de articulaciones, etc.
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