Reproducción
Las hembras pueden producir 3 o 4 camadas al año, que suelen ser de
unos 4 cachorros, pero pueden variar de uno a 9 cachorrillos, por eso más
vale estar seguro antes de aparear dos degús. Además, las hembras
pueden acoplarse de nuevo en cuanto han parido, y están aún criando
su camada actual. Si no lo hacen en seguida, suelen esperar a que los cachorros
estén destetados.Casi no se nota que una hembra está preñada antes del parto. Se suele notar un mes antes del parto.
Si tu hembra está preñada, evita tocarle el vientre ya que puede hacer un aborto natural fácilmente, lo que puede matarla. Durante el parto, las hembras beben mucha agua y preparan su nido. Puedes ayudarla dándole algodón, papel, pañuelos, para hacer su nido, y sería una buena idea hacer otro nido para los demás.
Los cachorros suelen nacer al amanecer, y la madre puede tardar 45 minutos para liberar la cría. Las otras hembras la ayudarán y tendrán una función de parteras. Los cachorrillos pueden nacer con los ojos abiertos y su pelaje (a veces poco poblado) crece rápidamente, en algunas horas. La madre les cría (tiene 8 mamas) acostándose sobre ellos. No tengas miedo, no corre peligro de aplastarlos. No dejes la rueda en la jaula en este momento, ya que podría herirlos. Los cachorros suelen empezar a corretear por ahí y comer alimentos sólidos al cabo de algunos días.
No es necesario quitar al padre de la jaula a la hora de nacer puesto que ayuda a la madre para educar a los cachorros. Sin embargo, no te fíes ya que pueden acoplarse de nuevo en seguida después del nacimiento, por eso es preferible separarlos durante los dos días que siguen el nacimiento. También ocurre que el padre sea celoso y ataque a los cachorros. Entonces, será preciso sacarlo de la jaula.
Los cachorros están destetados al cabo de 5 semanas pero puedes esperar una semana más sin peligro. Ten cuidado con el padre que podría preñar a las crías hembras si las dejas durante demasiado tiempo con él. Además, al cabo de 4 semanas, el padre corre peligro de pelearse con los cachorros machos, entonces más vale ponerlo en otra jaula.
Podrás coger a las crías en tus manos cuando cumplan una semana con toda seguridad, teniendo cuidado con no hacerles daño. Sin embargo, será necesario que la madre esté acostumbrada a tu olor, para que no rechace a sus crías después (nunca oí hablar de tal caso pero más vale ser prudente).
Enfermedades
Los degús no resisten demasiado bien los bruscos cambios de temperatura ; por esta razón, es importante tratar de mantenerlos donde la temperatura sea estable y no exponerlos a las corrientes de aire.
Los degús están expuestos a desórdenes digestivos : los alimentos demasiado ricos en grasas y azúcar no son buenos para ellos, y la falta de fibras también les causará problemas.
Como ya lo he dicho, los degús pueden volverse diabéticos si comen demasiada comida azucarada. Las grasas en gran cantidad pueden provocar enfermedades del hígado. Si se da a un degú demasiadas verduras blandas, le puede causar diarrea.
Los degús son sensibles de la boca. Hay que evitar las infecciones. Es imprescindible proporcionarles objetos para roer (piedras, palitos de madera, etc...), para evitar que sus dientes crezcan demasiado y estropeen su mandíbula.
La vitamina C, que se encuentra en el heno, y los alimentos para cobayas, son un buen complemento para dientes sanos.
Ocurre a veces que tu degú se haga daño, lo que puede ocasionar heridas. Dichas heridas suelen curarse en algunos días. Por eso, no hay que inquietarse. Si la herida es demasiado profunda, más vale ir al veterinario para asegurarse de que la herida no se infecte. Si tu degú se rompe un miembro, no podrás hacer nada. La herida tardará un mes en curarse.
Si, a pesar de toda esta prevención, tu degú enferma, te resultará bastante fácil notarlo por su comportamiento. Normalmente, los degús son muy activos y están siempre alerta, respondiendo con curiosidad a las cosas que los rodean. Su pelaje estará brillante y suave, y los ojos deben ser transparentes y brillantes. La ausencia de cualquiera de estos signos en cualquier momento puede indicar que el degú no está sano. Una respuesta letárgica ante la presentación de algo nuevo en su entorno podría indicar que está enfermo. La pérdida de apetito es otra buena indicación de una posible enfermedad. Otras enfermedades, como las descritas anteriormente, por ejemplo los resfriados o la diarrea, son fácilmente indentificables.
Relación con el hombre
Los degús son propensos a la diabetes debido a su estructura divergente de insulina. Por esta razón son usados frecuentemente para investigaciones en este campo.5
Además, se ha postulado al degú como modelo animal de la enfermedad de
Alzheimer, al haberse mostrado que desarrollan las placas amiloides
características de esta enfermedad. La popularidad del degú como mascota
fue influenciada por esta investigación, ya que los animales fueron
importados en varios países para su estudio e investigaciones.
Los degús se han vuelto populares como mascotas, aunque hasta hace poco
rara vez se podían encontrar en tiendas de mascotas. Sus ventajas sobre
las mascotas pequeñas tradicionales son sus hábitos diurnos, su
personalidad activa, y su tiempo de vida: se dice que viven hasta 13
años bajos circunstancias ideales (aunque una mala procedencia genética
frecuentemente reduce significantemente el periodo de vida de un degú
mascota). El periodo de vida promedio de un degú en cautiverio está entre los 5 y 8 años de edad. Una desventaja del degú como mascota es que roen mucho más que la mayoría de los otros roedores comunes como mascotas, especialmente a través de jaulas
con fondo de plástico típicamente encontradas en tiendas de mascotas.
Los degús no domesticados, al igual que la mayoría de los animales
pequeños, pueden ser propensos a morder, pero su inteligencia los hace
fáciles de domesticar. Los degús con frecuencia dan mordiscos amistosos
hacia sus dueños humanos, pero pueden dar una mordida defensiva si se
sienten amenazados.
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