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viernes, 4 de mayo de 2018

El hurón como mascota

El mundo de los animales de compañía se diversifica cada vez con mayor frecuencia, ya que cuando se trata de acoger a un animal en nuestro hogar con el que poder crear un vínculo emocional son numerosos los animales que pueden comportarse como excelentes mascotas.
El hurón es un mamífero carnívoro que cuenta con un instinto de cazador, pues esta es su naturaleza. No obstante, en contra de lo que se pueda pensar, fue domesticado hace aproximadamente 2500 años con el objetivo de cazar conejos.
En este artículo te hablamos acerca del hurón como mascota e intentamos despejar todas las dudas que hayan podido surgirte al respecto.

La naturaleza del hurón en el ámbito doméstico

El hurón es un animal que desprende gran energía y vitalidad, además, es un excelente animal de compañía, pues posee un carácter muy juguetón y le encanta compartir momentos de ocio con su familia humana. Obviamente, como muchos otros animales, requiere de presencia y dedicación diarias.
La interacción del hurón con sus propietarios brindará grandes momentos, pues estos animales son tan sociables como inteligentes y su comportamiento es complejo. El hurón no puede compararse a un animal que requiera cuidados mínimos, más bien acoger a un hurón se asemeja a compartir el hogar con un perro o un gato.
El hurón es capaz de aprender su nombre y responder al llamado de su dueño, del mismo modo puede adaptarse a pasear con correa, a mantenerse quieto sobre nuestros hombros e incluso tiene la capacidad de abrir puertas.
Si buscas a una mascota sociable, divertida y juguetona, el hurón puede ser el animal de compañía más idóneo para ti.
La naturaleza del hurón en el ámbito doméstico

¿Qué necesita un hurón doméstico?

Si estamos dispuestos a acoger a un hurón como mascota debemos tener en cuenta que este animal posee unas necesidades básicas y que es nuestra responsabilidad brindarle un entorno en el que pueda experimentar un pleno estado de bienestar.
Antes de adoptar a un hurón te recomendamos tener en cuenta las siguientes consideraciones:
  • El hurón requiere de forma obligada pasaporte con chip y mantener en regla el programa de vacunación establecido.
  • Muchas personas deciden mantener al hurón libre en el hogar, aunque es un animal que puede mantenerse viviendo en una jaula de dimensiones apropiadas. A pesar de ello, es imprescindible que el hurón pueda salir de la jaula durante varias horas al día.
  • Es importante que el hurón siga una dieta equilibrada, por lo que generalmente se recomienda poderle brindar alimento balanceado específico para este tipo de animales.
  • El hurón es un cazador innato, debemos extremar las precauciones si en nuestro hogar habitan también pájaros o pequeños roedores.
  • Esta mascota requiere baños periódicos, pueden realizarse cada 2 semanas o incluso cada 2 meses, ello dependerá de la actividad de cada animal en concreto. En este caso se deben usar productos de aseo específicos.
  • Se recomienda que los hurones empleados como mascotas sean castrados.
  • Requieren especiales atenciones durante el verano, pues son muy susceptibles a sufrir golpes de calor.
Si estás dispuesto a cumplir con estas premisas básicas con las que debe comprometerse cualquier propietario de un hurón, entonces es el momento de hablar de los cuidados veterinarios, los cuales también resultarán imprescindibles para tu hurón.
¿Qué necesita un hurón doméstico?


Cuidados veterinarios del hurón doméstico

Como hemos mencionado anteriormente, es imprescindible que el hurón se someta a un programa de vacunación que se iniciará a partir de los 2 meses de vida y que incluirá vacunas contra la rabia y el moquillo, la administración de las cuáles se deberá repetir de forma anual.
El hurón también deberá someterse de forma periódica a medidas preventivas contra las enfermedades más comunes en él, como aquellas empleadas para repeler a los mosquitos que pudieran transmitir la enfermedad del gusano del corazón.
Obviamente ante signos de enfermedad debemos acudir con la mayor antelación posible a un centro veterinario, sospecha de una posible patología si observas alguno de los siguientes signos en tu hurón:
Pérdida de pelo
Pérdida de apetito
Vómitos
Diarrea
Dificultad respiratoria
Cambios en la evacuación de heces
Del mismo modo resulta muy importante contactar con un veterinario especializado en hurones, ya que así podremos brindar la mejor atención sanitaria a nuestra mascota.
Cuidados veterinarios del hurón doméstico

miércoles, 2 de mayo de 2018

Las enfermedades más típicas de los roedores

Los roedores son animales cada vez más populares en nuestros hogares, y me atrevería a decir que son los que más preocupan a las madres, ya que en poco tiempo han pasado de enemigos declarados a los mejores animales de compañía de sus hijos. Las enfermedades más típicas de los roedores son, por ello mismo, un tema más que interesante para cualquiera que conviva con ellos.

Vaya por delante que los roedores suelen ser animales bastante saludables de por sí y poco propensos a sufrir enfermedades y a transmitirlas, a pesar de su macabro historial, siempre y cuando las condiciones de higiene, alimentación y demás sean buenas. Es el caso de los hamsters, los roedores de compañía por excelencia. No es que sean los animales más duros, pero tampoco son unos blandengues.
Los hamsters y en general todos los roedores tienden a sufrir de las mismas enfermedades, algunas (sólo algunas) de nombre tan tiernos como los pacientes: hongos, diarrea, enfermedad de cola húmeda, oclusión de carrillos, enfriamientos, abscesos, tumores, labios irritados, choques térmicos, enfermedades de los ojos o diabetes. Vista así la lista, a pelo, da bastante grima. Pero, pensándolo bien, no son más enfermizos que cualquier humano.

Las enfermedades más típicas de los roedores son las bacterianas

En realidad, la mayoría de estas enfermedades tienen tres procedencias: cambios bruscos de temperatura, el estrés, una mala alimentación o una infección bacteriana; problemas todos ellos más fáciles de prevenir que de curar. Además, existen enfermedades más específicas en otros roedores menos comunes. La chinchilla, por ejemplo, puede tener problemas dentales, de alopecia y anillos de pelo entre el pene y el prepucio (suena chusco, pero debe de doler).
Las cobayas, por su parte, comparten algunas de estas enfermedades, pero acusan más, por ejemplo, la escasez de vitamina C (escorbuto y dificultad locomotriz) y las enfermedades “femeninas” (quistes ováricos, distocia y toxemia). En las ardillas también se pueden manifestar muchas complicaciones reproductivas (tumores, infecciones), así como dentales, urinarias y respiratorias (cristales y rinitis son las más comunes respectivamente). Las subespecies tendrán algunas otras tendencias específicas.
Nuestros viejos amigos los conejos también tienen problemas propios, aunque parezcan tan felices.  La lista es larga. Los más singulares son el acortamiento de la mandíbula, que impide una alimentación apropiada; coccidiosis, que trastorna el aparato gástrico; invaginación de los párpados (se irritan y supuran); cuello torcido, ataca el equilibrio; mamitis, o inflamación de las glándulas mamarias; aparte de la famosa mixomatosis… En fin, nadie es perfecto…

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